viernes, 20 de mayo de 2011

ANTE LAS ELECCIONES DEL PRÓXIMO DOMINGO.

Pasado mañana, domingo día 22, estamos todos los españoles mayores de edad, convocados a las urnas para elegir a quienes nos representarán y gobernarán en los ayuntamientos y en un buen número de Comunidades Autónomas en los próximos cuatro años.

En esta última semana, estamos viviendo posiblemente un nuevo acontecimiento en nuestra madura democracia. Es la aparición días ante de las elecciones de ciertos movimientos y respuestas ciudadanas, al descontento de la vida política española. Parte de este movimiento aconseja el no ir a votar, otros entienden que el resultado de esta protesta debe ser el no ir a votar.

Ante esto, yo quiero decir, que posiblemente la democracia que tenemos, no sea la perfecta; pero sí es la que nos permite a todos expresarnos y manifestarnos no sólo el día de las votaciones, sino días antes de las votaciones. Es verdad que la clase política está desprestigiada, y esto hace que posiblemente, no tengamos políticos de más altura. Es verdad, que existe un gran desencanto en el pueblo, por su clase política, pensando que todos son iguales. Pero no debemos de olvidar, que la política es, en principio, una actividad digna y noble, a pesar de todos los pesares y es obligación nuestra ayudar a su regeneración en los casos en que se haya degradado

Por ello, la participación en unas elecciones, es un deber cívico ineludible y un acto de responsabilidad a favor del bien común.

En las actuales circunstancias no es fácil saber para muchos a quién se debe votar. En todo caso, es algo que pertenece a la conciencia personal. Lo que no podemos es estos momentos tan difíciles para muchos de nuestros vecinos, familiares, amigos, etc.., es dejarnos llevar por la rutina, por el cansancio o la minusvaloración del ejercicio del voto. Ni mucho menos votar a un determinado partido por razones injustificadas: “siempre he votado a...”, “es que yo soy de derechas...”, “es que yo soy de izquierdas...”, “a mí el que me gusta es...”. Yo sé, que muchos dicen, que esto es Coca Cola o Pepsi Cola, y es verdad, pero son nuestras reglas de juego en estos momentos.

Por eso, en estos tiempos donde el concepto de izquierda o de derecha, son concepto ya trasnochados y antiguos, pues la realidad nos lo demuestra. Hoy debemos de hablar de personas que buscan el progreso de la humanidad desde el mismo concepto humano, que en función de las circunstancias sociales, económicas y políticas, actuan con verdadera justicia e igualdad.

Una persona o grupo político es progresista, cuando actuan como un buen gestor de la comunidad, en todos sus ámbitos económicos, sociales, culturales, éticos y religiosos.

No se puede tolerar la tardanza en los gobernantes en reconocer y asumir crisis y adoptar medidas tardías, que con su engaño y mentira perjudican a los más indefensos de la sociedad. Pues, mientrás que con dinero público, el de todos, hemos lavado a uno de los causante de esta crisis económica como ha sido el sector bancario. El cual, después de ser ayudado, en estos momentos, son incapaces de perdonar a aquellos que no pueden pagar su hipoteca, y que le devuleven el piso, la casa, el local o la nave industrial, y no consideran con ello extinguida su deuda.

Está crisis, ha sido el claro reflejo de la codicia humana. De la codicia de unos cuantos, que no han sufrido la oposición de unos gobernantes, que tendrían que haber velado por el interés de la mayoria, en lugar del de una minoría.

Me desconcierta unos gobernantes que dicen defender a los más desfavorecidos de la sociedad y que recortan ayudas sociales. Además de no valorar el esfuerzo social de esos más desfavorecidos, que pierden derechos a cambio de mantenerse grandes puestos en la clase política.

Lo bueno de la democracia, es que cuando uno no cumple, existe la posibilidad de quitarlo y dejar paso a otro, aunque sea Coca Cola en lugar de Pepsi Cola.

La votación, en una sociedad democrática, es un acto cargado de responsabilidad ética personal. Por eso, los cristanos católicos tenemos el deber y la obligación de ir a VOTAR el próximo domingo día 22.

2 comentarios:

  1. Esta es nuestra democracia, pero no se si es la democracia que queremos instaurar, por lo civil o por lo criminal, en otras partes del mundo.
    Cada cuatro años se acude a las urnas a dar un cheque en blanco al que sale elegido, en el mejor de los casos, porque si encima se producen pactos para la "gobernabilidad", entonces quiere decir que aquél que menos votos tiene, es el que va a tener el poder de decidir, en mi nombre y en nombre de todos los votantes de los demás partidos que han participado en la disputa.
    Me parece que España necesita un cambio de sistema electoral, educacional, laboral, económico y social. Eso no lo va a traer un cambio de gobierno, aunque a muchos nos gustaría.
    Acaba de irrumpir, parece que con fuerza, un movimiento ciudadano que tiene un fundamento que todos debemos compartir, Democracia Real. Hace falta que el pueblo tome decisiones que los partidos políticos no quieren tomar, proque han convertido la democracia en "partidocracia". Es necesario votar a personas, no a partidos, y que los elegidos puedan votar en conciencia.
    Todo esto tendrá mucho sentido, pero no ahora. Yo no puedo dejar de votar a los dos grandes partidos en unas elecciones municipales. No puedo votar a otro. No quiero ser complice de entregar la alcaldía a resentidos que cuando han dejado de trincar, fundan su propio partido.
    Si creo que este movimiento tendrá mucho sentido a partir del 23 de Mayo, cuando se ponga en juego elaborar un manifiesto que los dos grandes partidos deban llevar en sus programas, porque así se lo ha pedido el pueblo, al que ellos dicen servir.
    Pero ese movimiento justo ahora, parece servir para confundir a los electores, induciendo a la abstención.
    Que casualidad que sea justo ahora.

    Saludos

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  2. yo vivo en Valencia, padeciendo de mi própia vida y en la de mis allegados las consecuencias de la mala gestión del PP apoyado por la pusilánime oposición del PSOE (que de paso tambien se llenan los bolsillos), en conciencia no puedo votar a ninguno de los dos, tampoco puedo dejar de votar, pido a Dios que me guie, intento votar desde los valores del Reino, pero estoy indignada con la clase política, aquí en Valencia, totalmente vendidos a usureros, especuladores y ladrones.
    me gustaria que este movimiento de protesta que ha surgido tomase consistencia, no tengo muchas esperanzas, enfrentarse pacíficamente al poder político corrupto y al poder económico no tiene mucho futuro. ya me parece un gran logro lo que se ha conseguido, me llena de orgullo ver a gente sana pidiendo justicia. estos dias, con esta gente, me he sentido como se devió sentir David ante Goliat, muy pequeña, pero muy contenta por poder compartir esta indignación.

    puede que en esas manifestaciones haya alguien que intente menipular, pero yo he estado y sobre todo hay gente libre e indignada.Tambie es cierto que hay poca organización, sin líderes, sin estructuras... lo único que une a todos es la indignación.

    estamos tan acostumbrados a la corrupción, al cohecho y al robo explícito, a que la própia administración se salte las leyes a su conveniencia impúnemente que parece que eso sea lo normal, pero Dios tiene una mirada nueva, fresca y limpia y ha de mover nuestras conciencias para encontrar en nosotros instrumentos de su Paz.

    Aurora Alonso
    Valencia

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