domingo, 10 de octubre de 2010

JUAN XXIII. PROFETA DEL SIGLO XX, QUE NO NECESITA SER SANTO

De todos es bien conocido, la política vaticana emprendida por el Papa Juan Pablo II en el tema de las beatificaciones y canonizaciones. Quizás a lo largo de la historia de la Iglesia, no se este llevando acabo tantas beatificaciones y canonizaciones como en estos veinticinco últimos años. Con ello, a lo mejor la Iglesia nos quiere hacer llegar el mensaje de que en la actualidad todos podemos llegar a la santidad y nos ponen de ejemplo a santos recientes de nuestro siglo, como a San Jose María Escrivá de Balaguer.

Pero, yo creo que la Iglesia de Hoy, NO NECESITA EL EJEMPLO DE TANTOS SANTOS DE NUESTRO TIEMPO ( que también los tenemos, sin estar en los altares ), SINO LA ESCUCHA DE LOS PROFETAS DEL ESPÍRITU DE DIOS EN NUESTRO TIEMPO.

Y eso creo yo, que fue Juan XXIII, el profeta del siglo XX. La idea de convocar y celebrar un concilio ecuménico se le ocurrió al papa Juan XXIII. Se le ocurrió a él y a nadie más que a él. El Concilio Vaticano II fue el efecto inesperado de una intuición profética, " un toque inesperado, un haz de luz de alto, una gran suavidad en los ojos y en el corazón; pero, al mismo tiempo, un fervor, un gran fervor que con sorpresa se despertó en todo el mundo en espera de la celebración del Concilio " dijo Juan XXIII en su discurso de apertura del Concilio.

Lo que se puso en marcha no fue una iniciativa humana, simplemente humana. Aquello fue, un inesperado impulso profético.

Las ideas de la modernidad, nacientes de la Ilustración, en las cuales la religión ya no podía seguir tutelando, mandando y prohibiendo lo que la gente tenía que pensar y lo que los gobernantes debían de hacer o dejar de hacer, no fueron aceptada por las autoridades eclesiásticas. Las cuales se consideraban las auténticas intérprete del don divino de la revelación, y las únicas que tiene el poder y el deber de dictaminar lo que la razón humana debe considerar como verdadero y como falso ( Castillo ), fue produciendo a lo largo de los dos siglos un gran alejamiento de la Iglesia y el mundo que le rodeaba.

La genialidad profética de Juan XXIII, es tuvo en la postura de convocar un Concilio donde no se trataba de condenar nada ni de condenar a nadie, sino de mirar con simpatía, con aceptación y en actitud de diálogo al mundo en que nos ha tocado vivir. Juan XXIII dijo que la Iglesia, siendo fiel a tradición de muchos siglos, " tiene que mirar al presente, considerando las nuevas condiciones y formas de vida introducidas en el mundo moderno, que ha abierto nuevas rutas al apostolado católico ".

Por eso, la Iglesia posiblemente NO NECESITE TANTOS SANTOS DE HOY PARA SER SANTA, SINO QUE SU SANTIDAD POSIBLEMENTE ESTE EN LA ESCUCHA DE LOS PROFETAS DEL ESPÍRITU DE DIOS EN SUS TIEMPOS.

Mañana 11 de octubre, pero de 1962, tuvo lugar la apertura del Concilio Vaticano II. Con tal motivo, el santoral católico celebra el día del Beato Juan XXIII

1 comentario:

  1. Estimado Sr. Rafael, por casualidad encontre su blog. Empeze a leerlo y me gusta muchísimo. Yo no soy creyente. Pero posiblemente sea por que nadie me ha puesto a Jesús tanto cerca como Ud. lo pone en sus escritos. Y no solamente el mensaje de Jesús. Sino la Iglesia tan abierta que Ud. presenta. Yo no encuentro esa Iglesia.

    Felicidades por su blog. Seguiré leyendolo y enviandoselo a todos mis contactos.
    Saludos

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