sábado, 1 de agosto de 2015

EVANGELIO DOMINGO 2 DE AGOSTO 2015. 18ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.

Evangelio según San Juan 6, 24-35

En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: - «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?»
Jesús les contestó: - «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.»
Ellos le preguntaron: - «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?»
Respondió Jesús: - «La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.»
Le replicaron: - «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo.”»
Jesús les replicó: - «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.»
Entonces le dijeron: - «Señor, danos siempre de este pan.»
Jesús les contestó: - «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.»

COMENTARIO.-

El Evangelio de este domingo es la continuación al del domingo pasado. Recordemos que Jesús realizo signos para revelar el sentido de su persona (domingo pasado), pues nos enseñó que cuando somos capaces de compartir, tenemos para todos y aún más es que sobra. En el Evangelio de este domingo, Jesús comprobará que la gente que acudían a él,  sólo lo hacían buscando sus necesidades materiales, sin comprender verdaderamente lo que Él quería transmitirle.

Por eso, el evangelista en este texto lleno de la experiencia de la fe , nos quiere llevar comprender que el verdadero mensaje de Jesús es llevarnos a la comprensión de la persona de Jesús, porque sólo a través de la fe en Jesús, podremos entender quién es Él y sólo así podremos aceptarlo como comida. Comida que no es material, sino espiritual, independientemente de que para hacer esto es necesario trabajar o procurar por un alimento.

Jesús es el pan de la vida, por que como diría el evangelista en el primer capítulo de sus escritos evangélicos, a Dios no lo ha visto nadie. A Dios sólo podemos llegar a comprenderlo a través de Jesús. Por eso, en la medida que somos capaces de alimentarnos de Jesús, seremos capaces de encontrarnos con el inmenso amor de Dios. Dios se humanizo en Jesús, para que comprendiéramos como desde nuestra naturaleza humana podemos construir el Reino de Dios en este mundo.

EN JESÚS, DIOS ESTÁ POR COMPLETO A FAVOR DEL SER HUMANO.


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