sábado, 23 de mayo de 2015

EVANGELIO DOMINGO 24 DE MAYO 2015. PENTECOSTÉS.

Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.

Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:- «Paz a vosotros.»

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

Jesús repitió: - «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: - «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.».

COMENTARIO.-

La liturgia de la fiesta de Pentecostés, nos recuerda el momento en que los primeros discípulos del Señor, reciben el Espíritu Santo.

Tras la ida del Señor, el domingo pasado, los discípulos tienen miedo y se encuentran desconcertados. No son conscientes de la nueva buena que tienen sus manos. Por eso, el Señor lo visita y les dice, vamos fuera de aquí, a proclamar al mundo la buena noticia.

Para ello, el Señor exhaló su aliento sobre ellos. Es decir, los creo de vivida y les hizo ver, que ahora son ellos los que tienen que continuar la construcción del Reino de Dios, inspirados en su Espíritu.

Por eso decimos que es en Pentecostés, cuando nace la Iglesia. Es a partir de este momento, cuando los discípulos empiezan a organizarse, para poder llevar el mensaje de la buena nueva al todo el mundo.

Como podemos ver Pentecostés, es la gran fiesta de la nueva creación y reconciliación.

Posiblemente, ahora puede que necesitemos un pentecostés más que nunca. A lo mejor, iluminados por el Espíritu, necesitamos hacer una lectura más profética de nuestro horizonte y preguntarnos:

-¿Qué caminos está tratando de abrir hoy Dios para encontrarse con sus hijos e hijas en esta cultura moderna?

-¿Qué llamadas está haciendo Dios a la Iglesia de hoy para transformar nuestra manera tradicional de pensar, vivir, celebrar y comunicar la fe, de modo que propiciemos su acción en la sociedad moderna?.

DIFUNDIR Y PROCLAMAR EL EVANGELIO. SED ALIENTO DE DIOS. PÁSALO.


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