jueves, 2 de septiembre de 2010

LA DIÓCESIS DE SIGÜENZA SE PLANTEA FORMAR SEGLARES ANTE LA CRISIS VOCACIONAL

"En la diócesis nos estamos planteando muy en serio comenzar en este curso con la formación de seglares para ser colaboradores del sacerdote en las celebraciones y para presidirlas en ausencia del sacerdote", dice una carta del obispo, monseñor José Sánchez.
Esto, afirma, monseñor José Sánchez, "se hace en nuestro tiempo más apremiante" por dos razones: "La primera, porque este mundo, cada vez más secularizado, a veces hasta el extremo de la increencia y de la indiferencia religiosa, sólo puede ser evangelizado adecuadamente por los mismos seglares", afirma. La segunda razón, agrega, "es que, al faltar sacerdotes y personas consagradas, a causa de la crisis de vocaciones de especial consagración, se hace más visible la necesidad de los laicos".

Mi reflexión de hoy sigue siendo sobre la iniciativa del Obispo de Guadalajara.

Verdaderamente escuchamos el Espíritu de Dios.

Digo esto, porque, desde cuando nos estamos lamentado de la escasez de vocaciones sacerdotales. Hasta el hecho de que el año pasado incluso dedicamos un año a las vocaciones sacerdotales, con motivo del 150 aniversario del fallecimiento del cura de Ars ( Francia ), con el fin de promover las vocaciones y la santificación de los sacerdotes.

Hemos pensado, cuantos pueblos, cuantas personas, hemos dejado abandonadas sin que le llegue la palabra de Jesús y de la experiencia del Dios de Jesús. ¡ Si !, la hemos dejado abandonadas por la sencilla razón, de no abrir la mano a nuevos ministerios y carismas en la Iglesia. Ahora, cuando nos vemos con el gran pecado, que hemos cometido, por nuestros intereses jerárquicos eclesiales, abrimos y extendemos las manos con nuevas formas.

¿ Cuánto tiempo hemos perdido ?. Pues lo que propone el Obispo de Guadalajara, ya existía en la Iglesia. Me explico, en el primer milenio de la Iglesia la vocación se entendía como una llamada de la comunidad. Es decir, la comunidad elegía a una persona de ella, a la cual consideraba idónea para el ministerio. Aquí la única objeción, era que no quisiera ser ministro por que no se veía con cualidades. Claro donde está, el problema hoy en día. Está en que entendemos la vocación, solamente como una llamada de Dios y no como una llamada también de la comunidad. Pues no entiendo como un pueblo, como Écija ( Sevilla ) con 40.000 habitantes tiene 11 sacerdotes y en cambio existen sacerdotes que llevan 3 y 4 pueblos, en la misma provincia.

El sacerdocio, no es una carrera, ni el primer peldaño, para ser importante en la Iglesia. El sacerdocio, es y debe ser un servicio a la Iglesia, ya que la Iglesia debe de ser de todos y no solo del clero.

Posiblemente el año pasado, se tenía que haber dedicado al fomento de todas la vocaciones ministeriales, entre ellas la del diaconado permanente. Un ministerio, que puede ser de gran ayuda en las parroquias, ante la escasez de párrocos. Además, de ir abriendo pasó a otros posibles estados del ministerio prebisterial.

Ahora bien, lo que no debemos de olvidar, es que de esta forma o de otra forma, la misión nuestra como testigos de Jesucristo, es la de continuar lo que él inició, CONSTRUIR EL REINO DE DIOS EN LA TIERRA.

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